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Desde hace cuatro años, un mercado de la economía solidaria y social se implementó en el centro
de Buenos Aires, en el barrio de Palermo Viejo. Ese mercado, al pasado glorioso ofrece a varias
cooperativas y organismos de producción solidaria la oportunidad de exponer un muestrario
independiente, tres veces a la semana.
Historia del mercado:
En los años 1910, cerca del río Arroyo Maldonado, la familia presidencial Alvear deja una parcela del
suburbio de Buenos Aires al estado, para edificar el “centro de abastecimiento municipal” de la ciudad,
un gran mercado donde numerosos productores de la provincia venden sus productos. La familia
conserva el lugar con la única condición que mantenga su forma original de centro alimentario. Hasta
la crisis económica de2001, el mercado funciona muy bien. Desgraciadamente, lo abandonaron e
incluso lo deterioraron después de los acontecimientos que habían paralizados el país.
Gracias a la aparición de la asamblea de barrios en el momento de la crisis,” la asamblea de Palermo
Viejo” recuperó este dominio con el fin de recuperar ese símbolo popular de la identidad cultural del
barrio. Algunos años más tarde, el primer mercado de economía solidaria y de comercio equitativo
abre las puertas en este lugar.
Encontramos una de las organizaciones principales de ese mercado, le CEDEPO (Centro Ecuménico de
Educación Popular).
« La Parcela », lugar de cultura del organismo CEDEPO – Raul Ordoñez:
Le CEDEPO es un organismo de formación y de producción de agroecología. Nueva noción que descubrimos en nuestra investigación, no debe ser confundida con la agricultura biológica.
Por un lado, los alimentos dichos biológicos provienen de una producción que mantiene la preservación medioambiental, asegurando la salud del consumidor.
Se prohíbe el uso de los productos fitosanitarios (etimológicamente, Fito-sanitario= “salud de las plantas”), proviniendo de la petroquímica. Forman parte de la familia de los pesticidas. En general, se prohíbe el uso de abonos químicos y de organismos genéticamente modificados. Sin embargo, la agricultura biológica se acerca de la agricultura convencional por el monocultivo de campo, con poca biodiversidad y donde se trabaja mucho más el suelo.
Por otro lado, la agro-ecología como práctica agrícola va más allá. Además de usar el abono con compost como fertilizante natural de las tierras, la agroecología incorpora una práctica que pretende buscar una complementariedad entre las especies cultivadas, algunas plantas llevando minerales esenciales al desarrollo de otras. Así, se obtiene un cultivo variado de frutas, vegetales…que normalmente no crecerían en la región por el clima. Entonces, es el conjunto de los parámetros de gestión ecológico del espacio cultivado el que se toma en cuenta, con la economía del agua y una mejor gestión de la irrigación como la lucha contra la erosión de los suelos, el uso de setos protectoras etc.: la agroecología es una práctica a escala local, que ante todo tiene que asegurar el autoconsumo.
Al mismo tiempo centro de educación popular y portavoz de una cooperativa de productores, el CEDEPO, lleva experiencia a los habitantes de Florencio Varena (barrio del sur de Buenos Aires), durante la crisis del cultivo, dándoles medios técnicos y metodológicos permitiéndoles desarrollar jardines agroecológicos sostenibles. Así, una docena de familias desarrollaron al principio de los años 2000, jardines individuales permitiéndoles satisfacer su propio consumo gracias a la variedad de vegetales cultivados. La multiplicación de los jardines da lugar a un excedente de producción, por consiguiente las familias se juntaron en una cooperativa de productores locales, con el fin de vender el excedente.
Raúl Ordoñez es uno de los miembros de la cooperativa “La Parcela”. Ese día, es él y su mujer los que vienen a vender en el mercado de Bonpland la producción del conjunto de la cooperativa. Al ver el muestrario vacío de vegetales, Raúl nos confirma que “El mercado funciona bien, tuvimos suerte que haya una pedida importante de productores de agroecología en Buenos Aires.”
El CEDEPO se extiende ahora al permacultivo, concepto más general incorporando la agroecología pero también las técnicas de ecoconstrucción (con el uso de la tierra como material natural), las energías renovables (solar, eólico en gran parte), y una medicina alternativa gracias a las virtudes de plantas medicinales. Un centro de salud comunitario está abierto a Florencio Varena.
Por último, también el CEDEPO administra microcréditos a los productores por el intermediario de una política pública pretendiendo desarrollar la agricultura periurbana en Argentina.
Volveremos a esas nociones agrícolas en los próximos artículos, con prácticas más detalladas.
Vuestros reporteros “in situ”
MG-MT
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