El Canelo de Nos en acción: la agroecología al servicio del urbanismo

 

Aunque no ganen todos los concursos que esperaban (ver el artículo precedente con respecto al funcionamiento del Chile acerca de los proyectos de desarrollos locales), los profesionales del Canelo de Nos están apegados a presentarnos tres proyectos suyos. Transmitiendo los valores sociales y medioambientales, los resultados obtenidos permanecen ejemplares.

 

Rancagua, región de Santiago: Programa de desarrollo de barrio.

 

 

 

Con la ayuda del ministerio de vivienda y urbanismo, ese programa pretende mejorar la vida de barrios populares, dando una sonrisa a la población. Ayer en Rancagua, el Canelo propuso un plan de gestión medioambiental mezclando espacios verdes y comunidad.

 

Después de, en un primer momento, haber ido en el lugar, después de haber analizado e identificado las necesidades, los coordinadores de proyectos sacaron una conclusión alarmante pero beneficiosa para la elaboración de su plan:

 

- Los habitantes viven en « blocks » edificios vetustos de 4 pisos, un piso por familia de 8 hasta 10 personas, de una superficie de 50 hasta 60 m2.

 

- La higiene global está descuidado, las basuras se amontonan en las partes comunes, los niños frecuentan los perros sin ningún cuidado sanitario, causando numerosas transmisiones de virus, a veces mortales.

 

- El barrio no dispone de ningún espacio verde y no se puede constatar ninguna cultura de reciclaje.
 

 

 

A partir de estas conclusiones, el Canelo presenta y aplica su programa de 6 meses, durante el cual varias acciones están realizadas:

 

- Un huerto comunitario compartido está creado, en el terreno de la capilla del barrio. Los ingenieros agrónomos enseñan a los niños, a los adolescentes y a las mujeres de las técnicas de agricultura biológica y agroecológica. Notaremos, en particular, la técnica del “cama alta” que es un antiguo método de preparación del sol, donde varias capas sucesivas llevan los minerales naturales a las plantaciones. El uso de residuos orgánicos refuerza la calidad del suelo, mejor circula el agua por capas y las plantaciones crecen más rápidamente.

 

- Se animan talleres de cultivo vertical, donde vegetales crecen en… ¡botellas de plástico! La falta de espacio del piso ya no es un obstáculo por la producción personal, los cultivos colgan de las ventanas y llevan el verde necesario a la vida cotidiana.

 

- Una campaña de prevención de la higiene nace, se distribuye folletos a las familias, explicando las normas básicas que hay que poner debido a la cohabitación con los animales. También se ofrece pastillas con pulgas.

 

 

 

« Mujeres nos dicen que ahora prefieran encontrarse al jardín comunitario para trabajar la tierra que ver la tele” comenta Néstor. Un punto que subraya cómo un proyecto de ese tipo puede mejorar las relaciones sociales al seno mismo de un barrio”

 

Comunidades de San Paolo/ San Juan, región de Osorno: Programa de desarrollo territorial indígena

 

En el territorio de la comunidad indígena Huilliche, El Canelo dirige actualmente un plan de desarrollo local en 4 años que pretende reforzar el comercio local y diversificar los ingresos de la población.

 

200 familias indígenas participan en esta iniciativa, cada una posee un terreno de 4 o 5 hectáreas. La mayoría vive de su propia producción. Se analizó el caso de cada familia individualmente con el fin de adoptar las acciones asociadas:

 

- Los que tienen suerte de estar cerca de un rio o de un lago se orientan hacia el establecimiento de un emplazamiento de camping.

 

- Otras familias trabajan en el establecimiento de una red de turismo solidario, basado en el aprendizaje del artesano local como la agricultura.

 

- Los últimos reúnen el excedente de producción para venderlo en los mercados regionales, y están formados en los aspectos comerciales.

 

El plan que está realizándose, dará sus resultados durante el próximo año.

 

Ciudad de Paine, San Bernardo: Programa de desarrollo agrícola.

 

Al sur de Santiago, 120 productores agrícolas siguen un programa de educación popular orientado hacia una mejor gestión de su producción, con herramientas de comercialización y estrategias de ventas.

 

Enzo Solaris, ingeniero agrónomo, dirige este programa con el objetivo de cambiar las mentalidades al seno mismo de los productores. Tiende a sensibilizar a los productores a la agroecología, para que diversifiquen la producción y mejoren la calidad del suelo, lo que es beneficioso para una mejora sostenible de los ingresos a largo plazo. El proceso es lento y complicado, los paisanos siendo en mayoría conservadores. Hoy en día el 10% de los participantes transformaron completamente su método de cultivo.

 

Organismos de productores y consumadores responsables se instalan alrededor de Santiago por este programa. Por último, todos los sábados, “la eco feria” de Santiago instala caballetes para acoger a numerosos partisanos de una agricultura local.

 

Vuestros reporteros “in situ”.

 

MG-MT

 

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